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15 de septiembre de 2017

Pianelli: “No queremos que los usuarios del subte se queden en las vías”

Actualidad

El secretario general de los Metrodelegados, Roberto Pianelli, cuestionó las incorporaciones de trenes usados, a las que calificó de “dudosas inversiones en material rodante desvencijado por el uso y embellecido para el marketing”.

El jueves 14 a las 8 de la mañana una formación de nuestro subte se detuvo entre las estaciones Diagonal Norte y Moreno de la línea C que une Retiro y Constitución. La empresa Metrovías argumentó que se debió a una “falla técnica” en uno de los trenes Nagoya 5000, adquiridos por el Gobierno de la Ciudad para una supuesta mejora de la red. Pero en realidad la falla se llama obsolescencia.


Hoy hubo pasajeros que se transformaron en peatones. No nos sorprende: son los castigados de turno por la desidia y el extraño criterio del macrismo para comprar vagones con relucientes chapas de fabricación de las décadas de 1960, 1970 o, como en este caso, de 1980, el año de fabricación de la formación japonesa, y hacerlos circular como si fueran nuevos.

En rigor, los trenes Nagoya tienen ya 37 años de uso. Fueron utilizados en Japón durante 35 años. Cuando allí los dieron de baja, el Gobierno de la Ciudad decidió comprarlos. Empezaron a circular en nuestra red desde hace dos temporadas.

Los y las ciudadanas que caminaban hoy por las vías eran ancianos que concurrían a citas médicas, niños y jóvenes escolares, mujeres y hombres que iban a sus trabajos. Las personas habían sido evacuadas después de una angustiante espera “técnica” en el túnel subterráneo gracias al profesionalismo del guarda, el conductor y los auxiliares de estación, que se sumaron a la tarea.

Desde hace años que los usuarios del subte no aparecen en la lista de prioridades del gobierno de la Ciudad. No mueven el amperímetro de las preocupaciones políticas del oficialismo.

En estos casos, Metrovías siempre aclara que “los procedimientos de una evacuación cuidan especialmente que no haya peligro”. Pero esos procedimientos no los hace la empresa. Somos los y las trabajadoras quienes ponemos el cuerpo ante la tensa situación creada por el malhumor social y la bronca por llegadas tarde a turnos o clases y las pérdidas de premios por presentismo.

Lo cierto es que, como hemos denunciado, detrás de estas dudosas inversiones en material rodante desvencijado por el uso y embellecido para el marketing, hay personas que utilizan la red y que trabajan en ella. Cada “error” a la hora de los gastos se transforma en una cita con la ciencia ficción.

Los ciudadanos de Buenos Aires y quienes llegan a la Ciudad merecen algo mejor. Un subte con un buen servicio y adecuadas frecuencias, que llegue cada vez a más barrios.

Los trabajadores exigimos desde hace años mayores inversiones en la expansión de la red y en la compra de trenes nuevos. Exigimos transparencia en las inversiones para que nuestros trenes no se vuelvan obsoletos y caigan en desuso. Pedimos que se extienda la red y que se haga con tecnología segura y de calidad. Llamamos a los y las ciudadanas a ser parte del debate y no dejar el transporte público en manos de un grupo de funcionarios irresponsables.Fuente Enelsubte.com

30 de septiembre de 2015

Cómo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires puso en riesgo la seguridad de 350.000 pasajeros diarios

Actualidad

Un episodio que no fue tragedia de casualidad. Para adaptar la línea "B" a trenes usados, insuficientes e incompatibles que sin explicación lógica compró a Metro de Madrid, el GCBA acabó poniendo el riel eléctrico a escasos centímetros de los coches, por debajo de la distancia mínima recomendada. El menor inconveniente puede llevar a un cortocircuito.

El Gobierno de la Ciudad, a través de la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires, decidió en el año 2013 renovar la flota de trenes de la línea B. Sin embargo, no adquirió coches cero kilómetro, sino unos usados CAF Serie 6000 que utilizó el Metro de Madrid durante 14 años.

Pero estos trenes, sencillamente, no son sólo usados sino incompatibles con la infraestructura civil y electromecánica de la línea que une Leandro Alem con Juan Manuel de Rosas. Son unidades que no respetan ni el alto ni el ancho de los túneles, es decir, el gálibo.


Asimismo, estos 86 coches usados, a la sazón insuficientes para renovar los 163 coches que hoy existen en servicio, tampoco tenían la misma trocha ni sistema de alimentación eléctrica. Debieron ser retrochados, mientras que la línea B debió ser modificada en su sistema de alimentación, pasando del tercer riel a la catenaria rígida, tecnología inédita en nuestro país. Cambiar la casa en lugar del enchufe.


Por contar con equipos de aire acondicionado, los trenes miden 3,88 m de alto mientras que los puntos críticos de la línea B se encuentran a tan solo pocos centímetros más alto que esa medida. Con la incorporación de la catenaria rígida, la distancia entre el hilo de contacto y el techo de los trenes en algunos puntos no supera los 5 cm. Por esta ínfima diferencia, no recomendada por especialistas ni por el mismo fabricante —en Madrid la luz del techo a la catenaria era cercana al metro—, lo que ocurrió en la tarde de este viernes es una prueba del riesgo potencial. Como tampoco respetan el ancho necesario, los trenes debieron ser adaptados con suplementos para compensar el espacio entre el tren y el andén.

Los coches, además, fueron comprados en duplas y triplas, lo que significa que existirán cabinas intermedias inutilizadas, lo que genera un desperdicio de espacio y pone en riesgo un eventual escenario de evacuación, puesto que no existirá intercomunicación entre todos los coches.

La inexplicable compra de estos polémicos trenes generó, además, la necesidad de repotenciar las subestaciones de la línea, puesto que son tan ineficientes que consumen tres veces más energía que los actuales trenes en servicio.

No sólo le costaron a las arcas públicas el mismo dinero que si se hubieran comprado trenes nuevos tras sumar todas las adaptaciones e inversiones, algo que se ha convertido en una mancha difícil de borrar para la gestión de Juan Pablo Piccardo, quien ya enfrenta una denuncia penal por la operación.

Los trenes usados e incompatibles, este viernes, terminaron demostrando además que son un riesgo potencial para la seguridad de los pasajeros.EnelSubte.com